giovedì 3 marzo 2016

Leonardo DiCaprio, Hugo Chávez y el cáncer sospechoso

Eva Golinger - RT

En la ceremonia de los Premios Oscar este año hubo muchos comentarios sobre la justicia social... Solo hago mención de un discurso más de la ceremonia de los Oscars, el de Leonardo DiCaprio, quien por fin ganó el premio del Mejor Actor por su fuerte actuación en la película “El renacido”. DiCaprio es un conocido activista ecológico, pro-ambiente, y tiene su propia Fundación Leonardo DiCaprio que se dedica a la protección y defensa de la tierra, el eco-sistema y las comunidades indígenas a nivel mundial... “El 2015 fue el año más caliente de la historia… el cambio climático es real, está pasando en este momento, es la amenaza más urgente contra nuestra especie y tenemos que trabajar de manera colectiva y dejar de aplazarlo”, dijo. Luego, el famoso actor declaró, “Necesitamos apoyar a líderes alrededor del mundo que no hablan en nombre de grandes corporaciones, pero quienes hablan por toda la humanidad, por los pueblos indígenas del mundo y por las miles de millones de personas que son más afectadas, por los hijos de nuestros hijos, y por aquellas personas cuyas voces han sido silenciadas por la política de la codicia”.

Sus palabras invocaron, para mi, la imagen de Hugo Chávez, un líder que nació de la humildad del pueblo, honesto y con compasión y amor por toda la humanidad, quien no le tembló la mano a la hora de enfrentar a los más poderosos y peligrosos intereses a nivel mundial. Un hombre que levantó su voz en apoyo a los pueblos del mundo en contra de la desigualdad, la explotación, el despilfarro, la injusticia social y las guerras injustas, desafiando siempre a las élites y las trasnacionales que buscaban silenciarlo. El inmenso liderazgo de Chávez en Venezuela abrió el camino a otros grandes defensores de la humanidad y de la Madre Tierra, luchadores contra las injustas políticas del capitalismo que lograron, junto a sus pueblos, transformar a sus naciones con procesos democráticos y justos, como Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. Chávez fue un ferviente defensor del planeta y de todos sus habitantes. En su famoso discurso en Copenhagen en la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas en 2009, el líder venezolano hizo eco de las grandes protestas anti-globalización, “No cambiemos el clima ¡Cambiemos el sistema! Y en consecuencia comenzaremos a salvar el planeta. El capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida, amenaza con acabar definitivamente con la especie humana”. Chávez tenía claro la real amenaza que representaban los impactos ambientales y la causa de los mismos, “El cambio climático es sin duda el problema ambiental más devastador del presente siglo, inundaciones, sequías, tormentas severas, huracanes, deshielos, ascenso del nivel medio del mar, acidificación de los océanos y olas de calor, todo eso agudiza el impacto de las crisis globales que nos azotan…Hablemos de la causa, no evadamos responsabilidades, no evadamos la profundidad de este problema, la causa sin duda, vuelvo al tema de todo este desastroso panorama es el sistema metabólico destructivo del capital y su modelo encarnado: el capitalismo”...

Las políticas de Chávez mostraban que sí se puede encontrar un balance entre las necesidades sociales y la prosperidad económica. En sus años como presidente creó un gran sistema público para garantizar la salud, la educación, la vivienda, el trabajo y la alimentación, y a la vez, creció la economía, reapareció la clase media y expandió las relaciones internacionales con grandes socios comerciales como China y Rusia que aportaban tecnologías y productos importantes para el desarrollo del país. Venezuela estaba en un buen camino, a pesar de las amenazas permanentes que buscaban socavar y desestabilizar al gobierno, hasta que, de manera muy inesperada, Chávez falleció.

Este 5 de marzo serán tres años desde la muerte de Hugo Chávez y ya Venezuela, y la región, es otra... El cáncer de lo cual padeció Chávez fue inusualmente agresivo y sospechoso, y cada día salen más evidencias sobre la clara posibilidad de que Chávez fue asesinado. Solo saber que uno de sus edecanes más cercanos durante años, quien estuvo a solas con él y quien le llevaba su comida, su café, su agua, hoy es un testigo protegido en Estados Unidos. Las acciones ocultas de Leamsy Salazar y su íntima colaboración con las agencias de inteligencia de Washington pronto se darán a conocer. En Estados Unidos, una campaña presidencial en marcha está por definirse entre un loco racista billonario y la candidata de Wall Street y el Complejo Militar Industrial. En América Latina, de nuevo la agenda neoliberal intenta imponerse sobre la justicia social. Chávez ya no está, lo más probable es que fue asesinado, y ahora intentan asesinar su memoria, su legado. Una memoria que es nuestra, un legado que es de la humanidad. Puede ser que Washington cumplió su objetivo con la desaparición física de Hugo Chávez, pero no hay que entregar el bastón.

En momentos difíciles como estos es cuando hay que estar firmes y unidos, con la cara en alta, luchando para seguir adelante.